Para clasificar los residuos peligrosos en el campus, se considera su grado de peligrosidad (corrosivos, infecciosos, inflamables, entre otros). Estos residuos se dividen en dos categorías principales: residuos químicos y biológicos.
Los residuos biológicos, como los biosanitarios y cortantes, se recolectan a lo largo de un recorrido que pasa por diversos espacios, como laboratorios y el centro de bienestar. Los residuos biosanitarios se colocan en bolsas rojas, mientras que los punzantes se almacenan en contenedores amarillos. Durante el primer semestre de 2024, se procesaron 277 kg de residuos peligrosos en el campus.